EL VERICUETO DE LAS LLAMADAS SOCIALIZACIONES DE LAS OBRAS PÚBLICAS

COMO ALCANZAR LA FELICIDAD

Esta pregunta me la he hecho muchas veces, tertulias van y vienen, con amigos, enemigos, cómplices, alcaguhates, guacharacos...abogados científicos sociales, filósofos, compartiendo momentos de diálogos y de posibles acuerdos, en el “Che”, un establecimiento público, en el parque Bolívar, en mi Barrio, en la Universidad de Cartagena,

Sin embargo, existe un arsenal de textos que comentan, afirman, sobre esto, el Dalay Lama, Choprac, wilina james, Eric fromns, Gollemman, PNL, para citar algunos, pero se hace solo una descripción del problema que son las circunstancias, el entorno, pero son afirmaciones muy abstracto, etéreos, , difícil de digerir al conjunto social , para su aplicación enredan a un mas... se requiere mucha pedagogía sobre estos temas, que tan-bien Juan Jacobo Rouseau, comento, tan-bien “que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, la doctrina del Calvinismo, el hombre por natura es perverso en fin,,,

Todo lo anterior fluye en un constante devenir de ideas, que no me da una respuesta concreta, contundente, ni la Biblia, ni la Congregación, ni los Discipulados, que he asistido, las religiones el Buda: el nacer es una condena el morir es la absoluta liberación, es una dicha, tan poco, colman ese rotundo vació existencial, ni el Hedonismo ni el Ascetismo ha logrado decirme, el cómo llegar a tocar la felicidad, he leído a muchos autores que afirman que la felicidad no está afuera si no dentro de mí, en fin...

Cuál es el camino, o el método adecuado. Para lograr mi cometido? Sera que por estar viendo el árbol no veo el bosque, o las ramas, o todo lo contrario; por ver el bosque no veo el árbol?

Me asalta la duda, no se que hacer se me ocurre ir a la nueva ciencia de la Semiología, creo que hay algunas luces buenas,

Según los filósofos orientales, la felicidad, es entendida como la “dicha”, se concibe como una cualidad, producto de un estado de armonía interna, que se traduce como un sentimiento de bienestar que perdura a través de los tiempos,(pasado, presente y futuro) y no como dicen afirmar los occidentales, que ser “feliz, es un estado de animo de origen pasajero”, entonces ser feliz, significa desarrollar un habito que se constituya en un patrón de conducta que se repita de forma automática y natural, es una forma de entender que la vida es dirigida por nuestro subconsciente, en base a nuestra creencias más profundas, para vivir en armonía interna y aparente equilibrio, debemos de comenzar por ser coherente, esto es, que lo que piensas, sientes y haces estén en coherencia absoluta,

Según la Semiología, que es la ciencia que estudia los símbolos, señales, códigos, humanos para expresarse. indaga en el ser interno del individuo como el todo , es ver al ser como una energía constante que fluye se alimenta se niega y se afirma a la vez. Cada uno de nosotros tenemos una frecuencia energética diferenciada. (como el sonido decibelios) O sea que nos hace diferentes Las frecuencias altas están asociadas con valores y emociones positivos, mientras que las frecuencias bajas se asocian con valores y emociones negativos.

La culpa, la vergüenza, el sufrimiento, la apatía se hallan en los niveles de conciencia más bajos, mientras que la paz, la alegría, la serenidad o el amor están en los niveles más elevados.

La frecuencia energética determina nuestro nivel de conciencia. Ser plenamente feliz, en ese estado interior de equilibrio y realización personal, pasa por alcanzar un determinado nivel de conciencia.

La frecuencia energética en la que se mueven los niveles bajos de conciencia impide vivir la felicidad del modo oriental, abocándonos a disfrutar exclusivamente de momentos de placer, y a mantener un elevado nivel de apego por las cosas.

El nivel de conciencia no es algo estático. Se trata de una frecuencia vibratoria, y como tal puede ir transformándose y evolucionar en un sentido u otro.
Elevar el nivel de conciencia consiste en elevar nuestra propia frecuencia, y eso puede ser realizado de distintas formas. Una de ellas, en la cual la persona controla y es consciente en todo momento del proceso, es mediante la eliminación de bloqueos emocionales negativos y la sustitución de creencias limitan-tes por creencias potencia-doras.

Los bloqueos emocionales negativos nos mantienen anclados en bajas frecuencias energéticas, que se activan cada vez que las circunstancias en las que nos encontramos resuenan con esas frecuencias. Es por ello que reaccionamos instintivamente aflorando esas emociones negativas, incluso cuando conscientemente desearíamos no hacerlo.

Por su parte, las creencias limitantes nos impiden desarrollar todo nuestro potencial, dirigiendo a nuestra mente subconsciente hacia el éxito o el fracaso. Se trata por tanto, de nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo, dependiendo de cómo las tengamos programadas. Las creencias limitantes nos arrastran hacia las frecuencias o niveles de conciencia bajos. La formación a nivel del subconsciente, acostumbra a ser concebida como una asimilación de conocimientos por parte de nuestra mente consciente, con el fin de poder acceder a ellos y utilizarlos en el futuro a voluntad.

Esta concepción de la formación parte de un paradigma basado en una realidad incompleta, ya que o bien no considera a la mente subconsciente, o si lo hace, considera que la mente subconsciente no puede ser formada. Es cierto que la mente subconsciente no puede ser formada (o mejor dicho transformada) a través de la mente consciente, ya que funcionan a frecuencias energéticas demasiado distantes, pero sí puede hacerse por medio de técnicas dirigidas directamente al subconsciente. La formación a nivel subconsciente permite transformar hábitos o patrones de comportamiento adquiridos, y por tanto está muy ligada con el desarrollo de habilidades. Para ser realmente felices, debemos hacer que nuestro subconsciente actúe en base a unas creencias que generen felicidad.

El sándalo

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