OH TIEMPOS AQUELLOS
OH TIEMPOS AQUELLOS Guardando las debidas proporciones con la autobiografía de algún personaje famoso o bien con una que otra obra literaria con la calidad de “Vivir para contarla” de nuestro premio Nobel Gabriel García Márquez -cuya lectura ciertamente constituye un entretenimiento de principio a fin-, quizá lo más tedioso del mundo para cualquier potencial interlocutor o lector nuestro, pareciera ser hablar o escribir de uno mismo. Particularmente cuando tal ejercicio se asume no ya al interior de tertulias, ágapes, encerronas o espacios colectivos intrascendentes, sino a través de emisoras de radio, periódicos, revistas, canales de televisión, redes sociales de internet, o de blogs como el que integra esta tribuna; aún a merced del atenuante de que a la intención se le introduzcan ingredientes o ribetes de ensayo costumbrista. Sin embargo, << si de tal actitud, o lo que da igual decir que otros escuchen o lean lo que de nosotros mismos narramos, describimos o molo