EL DESEO que no se hace Carne
EL DESEO que no se hace Carne
Observando el internet, los
amores por la “red de redes” y los
acuerdos amatorios tranzados a la distancia en estos tiempos como preámbulo de
dar y recibir, esa expresión de cuatro letras tan apetecida que invertida se
llamaría Roma, deseada por todo el mundo pero difícil de expresar y conjugar
ante el otro sin condiciones.
Creo que el amor por redes
sociales, se asemeja al amor del chucho, no lo sentimos, no lo tocamos pero
existe; es el verdadero amor espiritual,
platónico ubicado en el mundo de las ideas de platón, es igual << al deseo que no se hace carne>>,
no quiere decir que no se logre su cometido final encontrar pareja, amistad,
amigos duraderos, que algunas mayorías la han encontrado sino que se manifiesta
una impotencia, un límite, como el nacer sin ser consultado, como el
sufrimiento que acompaña la espera de la muerte, un deseo exclamando su práctica
.
El deseo se hace carne palpable en
la copulación, cuando la teoría cumple
su cometido de lo contrario se vuelven inmamable larga su espera, mamera, las palabras van perdiendo
peso madurando su momento, se tornan inapropiadas, improcedente, cansona,
repetitivas, donde la mentira cumple,
como la canción de Niche, ”quien
no dice una mentira por conservar un amor”, no obstante, de ser una
condición necesaria en la previa sobre todo en la distancia, convirtiendo en su
quehacer en mera teoría si esta no es
acompañada de física, química y anatomía, clamando su presencia práctica, de ahí que cuando se acaba; su secuela es
traumática si no se hace gradual para el otro, no dando cabida a la presencia
porque deja de existir las palabras, ya que en la proximidad habla el lenguaje
del cuerpo el silencio se expresa como cómplice fiel del amor.
Pero tan bien el amor o el
<< deseo no hecho carne
>>, posee su gracia e importancia para la primera etapa de ser conocido,
las palabras resultan ser el puente ideal del objeto amado, palabras que sirven
de vehículo para expresar un sentir, un deseo, una pasión, sin las palabras existiría
un vacío axficiante de dudas de promesas no cumplidas, la gracia de las palabras,
los poemas, las canciones, las rosas con espinas, resultan ser necesarias en
la primera instancia en esa previa amatoria
teórica, lo grave del asunto seria mantenerse en ese lugar a costa del paso del
tiempo<< prueba necesaria de dimensiónar un amor verdadero >>, no tenue ni esporádico
donde se delatarían cada uno de los autores, configurándose tenue sin soporte,
sin peso, es la medida justa de un amor en crecimiento podría ser así. Sin ser fatal dando posibilidad de
aguante de espera, rallando estados emocionales, juicios de razón donde asoma la
duda.
Para aquellas personas tímidas
retraídas, alexitéricas, << el deseo que no se hace carne,>> es el
espacio propicio, para los que no encuentran un escenario de comunicación de
ser tenido en cuenta dentro de sí mismo o territorio .
El sandalo, Edgar
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