Apropiarnos de la ventaja de una situación: RATEROS, o CLEPTOMANOS
Apropiarnos
de la ventaja de una situación: RATEROS, o CLEPTOMANOS
Si se tratara de tomar conciencia acerca de si somos o no cleptómanos, o
rateros de la mano de un ligero auto-examen de nuestro comportamiento formal,de
seguro que muchos saldríamos mal librados ante la más mínima posibilidad de que
pudieran endilgarnos esa condición.Sin embargo,si nos detuviéramos a evaluar
dentro de nuestra propia cotidianidad que tanto damos paso a nuestro ego, o
abrimos la compuerta a la tendencia social de querer salir avantes en casi
todos los sentidos por encima de los demás,(Marica el ultimo) incurriendo de paso con este talante en la comisión de faltas que ora
por su insignificante valor económico o ya por su propia intrascendencia social
no configuran ningún reproche punitivo y ni siquiera alcanzan a quebrantar los
elementos básico-extructurales de una simple contravención policial, de seguro
que otro gallo cantaría y muy diferente sería nuestra percepción acerca de qué
manera y con qué recurrencia << tumbamos a los demás >>.
En este orden de ideas, ratero resulta tanto el taxista colectivo que
cobra el pasaje a $2.400 en vez de $2.300 bajo el chivo expiatorio de que no
tiene menudo o no puede fraccionar con las monedas ocultas, como también el
pasajero que paga $1.200 sin mediar palabra para conservar un billete de $1.000
que puede cambiar. O aquel que observa la sitúa y se queda callado.Igualmente
el tendero que pide por una cerveza nacional popular $1.800 y hasta $2.000 por
que posee 4sillas de plástico y una mesita en una improvisada terracita. Del mismo modo quien en un
establecimiento “mañé” pide por un club Colombia $3.000 o más, como si se
tratara de una Heineken o una Budweisser. Pero también es ratero del tiempo
ajeno aquel o aquella que llega de último a una fila de un banco y se cuela de
primero en la fila sin ser de la tercera edad, arguyendo cualquier razón. Como
de idéntica manera los es el usuario que arriba a la notaría o a un despacho
judicial, ignorando el turno de otro pidiendo atención preferencial. Y en
diferentes circunstancias quien entrega un vuelto incompleto como el que lo
recibe de más y no devuelve la diferencia. Y continuando la lista, no deja de
ser ratero el abogado que aparte del 25 o 30% que le señala el Juzgado, cobra
una cuota litis adicional no estipulada como concepto ni cuantía en los
procesos Ejecutivos por la tabla de honorarios profesionales. Y en este orden
sigue siendo ratero quien llama a un arreglo directo al trabajador, para
brincar al abogado. Y sigue como ratero el propietario de un bar que vende un
trago de whisky intermedio (cuyo precio oscila entre $8.000 y $15.000) por un
valor mayor correspondiente a Whisky “play”.también es ratero aquella persona
que pretende ser comisionista sin serlo, solo arguyendo que porque “disque
hablo con el amigo Presunto” quiere ganar más del 10% en el negocio posible.
Y nuevamente es ratero el tendero que no pone listado de precio en el
negocio, y vende vasos desechables a $100 unidad y le compran 25 vasos y cobra
25mil pesos que horror, siendo la cta 2,500 pesos sin saber sacar una
cuenta,,,también cuando vende una hoja de papel oficio a $100,cuando en un SAI
le dan a uno 3 x $100, o bien cuando vende el Frutiño a $1.000 en vez de $500
alegando que ahora rinde ½ litro mas así lo compre al proveedor al mismo precio
de antes, para no hablar cuando vende el litrón de Postobón a un precio mayor
que el de promoción, o cuando pide por la botella 2 litros de jugo de
naranja Del Valle $3.000 siendo que el precio sugerido de venta es $2.800.tambien es ratero el tendero que lavandose las manos de su grado de responsabilidad social que posee una tienda, niega a ver visto una persona robandole a otra en sus mismos predios.
Y otros que no se liberan de ser rateros, son el propietario de estación
de combustibles que adulterando con mañas el mecanismo del calibrador vende 960
mililitros de gasolina corriente a precio de galón (en Cartagena a $ 8.440), la
niña bonita dependiente de una Aerolínea que no permite registrar su equipaje a
una persona por haber llegado 5 minutos tarde al aeropuerto, diciéndole que el
vuelo ya está cerrado así tenga cupos disponibles y haya que aguardar 40 y
hasta 60 minutos << más en la sala
de espera para chequear y Re-chequear el pasabordo>>, con la perla que si
encuentra cupo en la misma empresa para el día siguiente le corresponde pagar
de recargo, mínimo $100.000 más; y hasta el operario de un CDA (Centro de
Diagnóstico Automotor) que después de muchas pruebas satisfactorias practicadas
a un automóvil niega la expedición del Certificado Técnico Mecánico y de Gases
para forzar al conductor a que le deje una comisión en la guantera que después
recogerá.
Y así también es ratero el que Olímpicamente viendo que el vecino
adelanta su verja unos metros de más afectando el andén de la calle y hace lo mismo,
siguiendo la ley <<del vecino más vivo>>,
impidiendo el paso normal del peatón; también el que cobra paz y salvo en la
gobernación sin deber o estando al día en su pago, el medico que cobra por una
simple consulta-inspección física 250 o
300 mil pesos sin haber hecho nada, o el técnico electrónico que afirmando que
el tv se quemó la pantalla y hay que comprarle el vertical que vale 300mil y solo
está dañado es una resistencia que vale $2.000 pesos, el constructor que diseña
parqueaderos externos tan mezquinos en su espacio que necesariamente deben
ocupar parte del andén, o sendero público, para robarle espacio al peatón para
transitar libremente, y del mismo modo las tiendas que no poseen bahías o
barcenas en su área de compras-ventas, y parqueo ocasionando problemas de
locomoción peatonal, el conductor que inmerso en su mundo interior, acelera su
carro acabando de llover sin percatarse de que moja al peatón. Y nuevamente es
ratero el taxista que de Crespo hasta Manga o viceversa cobra $8.000, y si es
de noche $10.000, cuando el valor oficial de esa carrera es $7.000. Y otro
ratero resulta el dueño de restaurante que sirve un arroz a la valenciana con
un pernil de pollo y un ala escuálida cuando se acostumbra acompañarlo con una
pechuga o dos contra muslos. Y en el mismo orden es ratero el titular del no se
diga “restaurante” sino “expendio de comidas corrientes”
y su vendedora de fritos, que después de una semana de estar vertiendo a la
calle las aguas servidas producto del lavado de pisos, ollas y calderos,
terminan generando un foco de olores nauseabundos adicionales a los tanques de
basura hay puestos, convirtiendo se en
un problema de salud pública por contaminación, que le hurta a quien por allí
transita su derecho de gozar de un ambiente sano y libre locomoción.
Como es ratera de su propio pudor, la dama con abolengos que ocupa la
primera fila de bancas en la Eucaristía o en la iglesia Cristo Rey y corre
presta a comulgar,cuando esa mañana o la tarde anterior ha dejado abandonados
los excrementos de su perrito faldero,casi que frente a la entrada principal de
la Parroquia de su sector residencial. o peleando con el vecino por que puso la
bolsa o tanque de la basura en sus linderos, Y así no se escapa de ser ratero
el liquidador de empresa que amparándose en el no cumplimiento por parte del ex-trabajador
del requisito formal de concurrir en tiempo al reclamo del crédito cuyo
emplazamiento se surte por aviso de radio o periódico de amplia circulación,
roba salarios y prestaciones pagándole a quien le da la gana; reglas estas
consignadas en el C. de Comercio que hace rato han debido ser derogadas con
relación a los créditos laborales que gozan de prelación en su pago, cuando
perfectamente se puede acudir a una base de datos de los ex trabajadores y
llamarlos para cancelarles sus acreencias sin concurso de acreedores, por
cuanto bien se sabe de la existencia de humildes trabajadores dentro del género
de obreros, coteros etc., que generalmente no cuentan con un radio de
transistores en su casa y mucho menos con dinero para comprar un periódico.
También es ratero aquel o aquella que vende minutos que ya pasados el
minuto y tres segundo cobra dos minutos de servicios, también es ratero quien
sale a pasear su can sin preveer la posible cagada del perro y deja la mina
quiebra pata al vaivén del transeúnte esparciendo su mal olor,demostrando con
eso que así como se descuida con el animal se descuidara al hacer su propia necesidad
diaria en su casa. El taxista que con su afán de almorzar parquea en zona prohibida:
garaje ajeno y privado sin tener la minina decencia de pedir permiso. O el
asolapado fiscal o servidor de la justicia, qué llega a la tienda y por su
fuero pretende que lo atiendan de primero ante los otros clientes.
Finalmente es ratero, el político
que utiliza al líder y los votantes de este, y a la víspera de las elecciones,
este o su lugarteniente le hace pistolas,apagando el celular o no contestándolo
para no dar siquiera lo del transporte y los refrigerios a lo que se había
comprometido por cierto días antes con una suma bastante irrisoria.
Son estas las campañas que desde su misma partida se estilan
condenadas al fracaso, precisamente por la condición de mediocres de la gente
con que se rodea,a la que irresponsable o ingenuamente el candidato le asigna
responsabilidades. ¡Ah¡ y se me olvidaba << el pastor o predicador
evangelista a quienes los católicos llamam “hermanos separados”>>,
que gustándoles el dinero más que otra cosa, incitan a los fieles a que
entregan todas sus pertenecías, patrimonio y haberes, bajo el sofisma o
acicate de que el señor se lo multiplicará automáticamente con creces,
independientemente de los deberes,méritos u oficios que haga el donante
desprendido.
Si después de esta a lo mejor sumaria reseña de rateros, no se considera
usted como tal, definitivamente usted tiene ganado el cielo…y hasta más…
El Sándalo
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